Una de las cosas que nos han hablado mucho desde hace algunos años y para quienes aún no lo saben es la idea de comer queso añejo después de las comidas para limpiar los dientes y prevenir las caries, el hecho radica en que al morder y saborear el queso, se estimula la producción de saliva, lo que elimina en parte los azúcares que deja nuestra comida, además de proporcionarnos calcio y fosfato que contribuye a proteger los dientes de la placa bacteriana.
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