El dolor del abdomen que muchas veces se presenta como unas punzadas en los lados de manera temporal y muy fuertes a punto de hacer pensar que podría tratarse de algo muy serio, se debe a un espasmo, generalmente, del diafragma, y esto sucede cuando este músculo que se encuentra entre el pecho y el abdomen no recibe la oxigenación necesaria. Y esto se acentúa cuando tu respiración no es la adecuada, por lo que las punzadas aparecerán cuando corras, o simplemente camines.
En estos caso, cuando el dolor se presente y lógicamente no te permita moverte libremente, debes detenerte y dejar de hacer lo que estabas haciendo, relajándote de manera que el músculo se calme. Para esto los expertos recomiendan presionar la zona en donde se sienta más dolor, con los dedos, dando masajes ligeros que en unos segundos pueden calmar la molestia.
Durante este trance, es necesario respirar profundamente, a la vez que das los masajes suavemente, luego con la boca no muy abierta debes exhalar con toda la fuerza que tengas, este pequeño ejercicio lo debes repetir unas tres veces, esta respiración y exhalación profunda relaja los músculos y permite dar una especie de masaje interno al músculo afectado. Luego de obtener los resultados que buscamos debes notar que tu respiración se vuelve más regular, lo cual ya debería denotar una mejora sustancial.
En el caso que este dolor te ataque cuando estés corriendo o haciendo ejercicios, lo mejor es reducir tu velocidad o la intensidad con la que estabas ejercitando, para luego volver al ritmo anterior cuando ya no sientas la molestia. Una cuestión promordial es saber respirar y esto no es tan fácil cuando nos hemos acostumbrado a hacerlo de manera errónea, muchos creemos que llenar el pecho de aire es lo normal y no es así, al respirar debemos tener en cuenta que la cavidad abdominal es la que debería expandirse junto con el pecho, de esta manera evitarás las molestas punzadas. Ahora ya sabes que una respíración adecuada favorece no sólo a evitar dolores en el abdomen, sino que también contribuye a mejorar el estado de ánimo, ayuda a oxigenar mejor la sangre que, en definitiva, llega al cerebro y hace que estemos más lúcidos y atentos. Si practicas con frecuencia la respiración diafragmática, con el tiempo notarás que ya no necesitas concentrarte para hacerlo y lo harás de manera natural.
En el caso que este dolor te ataque cuando estés corriendo o haciendo ejercicios, lo mejor es reducir tu velocidad o la intensidad con la que estabas ejercitando, para luego volver al ritmo anterior cuando ya no sientas la molestia. Una cuestión promordial es saber respirar y esto no es tan fácil cuando nos hemos acostumbrado a hacerlo de manera errónea, muchos creemos que llenar el pecho de aire es lo normal y no es así, al respirar debemos tener en cuenta que la cavidad abdominal es la que debería expandirse junto con el pecho, de esta manera evitarás las molestas punzadas. Ahora ya sabes que una respíración adecuada favorece no sólo a evitar dolores en el abdomen, sino que también contribuye a mejorar el estado de ánimo, ayuda a oxigenar mejor la sangre que, en definitiva, llega al cerebro y hace que estemos más lúcidos y atentos. Si practicas con frecuencia la respiración diafragmática, con el tiempo notarás que ya no necesitas concentrarte para hacerlo y lo harás de manera natural.
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