Tuberculosis.
Cuando una tos se convierte en algo más serio podría tratarse de un cuadro de tuberculosis o algún otro problema que necesita la intervención de un médico, en caso de que sea tuberculosis esta se presentará con síntomas tales como tos persistente, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso los cuáles pueden ser leves por algún tiempo, por esta razón la persona afectada visita al médico y al estar en contacto cercano con otras personas, les transmite la bacteria. Esta enfermedad , a pesar de ser una de las más antiguas, es mortal si no se recibe el tratamiento adecuado.
osos mueren.
Esta enfermedad es del tipo infeccioso y es causada por una bacteria, llamada Mycobacterium tuberculosis, descubierta en el siglo XIX por Roberto Koch, a quien le debe su nombre, esta bacteria al entrar a nuestro organismo se filtra por la sangre y el sistema linfático y llega a los pulmones, aunque otras partes del cuerpo no están libres de ser atacadas por esta. La tuberculosis es probablemente la enfermedad infecciosa que más tiempo ha permanecido en el mundo.
Los síntomas de la tuberculosis son muy conocidos, sobretodo la tos constante, y si no se trata a tiempo y adecuadamente, aún cuando la tuberculosis no esté activa en nuestro cuerpo, se puede llegar a perder la vida. Hasta hace algunos años el tratamiento con antibióticos por algún tiempo prudente era la solución pero en los últimos años la tuberculosis ha reaparecido mutando a formas más nocivas y agresivas, y hasta el momento algunos tipos de tuberculosis no se pueden curar con antibióticos comunes, a raíz de esto el tratamiento utiliza hoy en día una combinación de medicamentos mientras que se sigue investigando qué medicamento podría resultar como al solución final.
Como en todo tipo de problema de salud, la prevención suele ser lo más aconsejable, así que si crees que has estado expuesto a alguna persona con tuberculosis, deberías acudir a tu médico para que descarte cualquier problema. Entonces si en algún momento tienes fiebre alta, pierdes varios kilos inexplicablemente, tienes sudoración por las noches y tienes tos por mucho tiempo no debes dudar en ponerte en manos de tu médico especialista. Si el médico te confirma que tienes tuberculosis, debes seguir el tratamiento sin ninguna alteración, tomando los medicamentos al pie de la letra, además debes prevenir a las personas que viven o trabajan contigo que descarten con su médico cualquier anomalía. Pues la tuberculosis se transmite a través de los estornudos de las personas enfermas, para los que tiene el hábito de fumar la probabilidad de contraer la enfermedad crece notablemente, otros riesgos se presentan cuando frecuentamos áreas de hospitales y clínicas donde están siendo tratadas las personas con este mal, también existe riesgo en personas con el sistema inmunológico debilitado por mala nutrición o sida, otra forma menos frecuente pero también riesgosa de contagio es por la vía digestiva al consumir leche de vacas tuberculosas que no ha sido pasteurizada.
El Tratamiento de la tuberculosis.
Hoy el tratamiento consiste en realizar combinaciones de fármacos antituberculosos, por un tiempo de séis meses, dividido en dos fases. La cura de la tuberculosis es posible si el diagnóstico se realiza a tiempo pues si la enfermedad avanza se torna grave y muy seria.
Un primer tratamiento es el tratamiento quirúrgico de la tuberculosis, donde se realizan técnicas basadas en hacer colapsar el pulmón para que quede en reposo y así curar la enfermedad.
Otro tratamiento de la tuberculosis es el farmacológico, hace más de medio siglo se utilizaba estreptomicina y el ácido paraaminosalicílico en conjunto, luego se utilizó un medicamento más junto con los otros dos, la isoniacida, lo que hizo que el tratamiento sea más efectivo, pero el período de tratamiento era de un año y medio a dos, hasta que en 1960 se sustituye el ácido paraaminosalicílico por el etambutol y se reduce el tratamiento a 18 meses. En los 70 se introduce un nuevo medicamento a la combinación, la rifampicina con lo que el tratamiento se reduce a un período de 9 meses, posteriormente se consigue un notable avance en el período de tiempo del tratamiento, en la década de 1980 se utiliza la pirazinamida en la combinación y se logra reducir el tiempo del tratamiento a sólo 6 meses.
La Prevención.
La prevención para no contagiarse de tuberculosis tiene que ver con una vida sana y limpia, no exponerse a las personas enfermas y si existe algún familiar cercano que padece de esta enfermedad lo más indicado es el tratamiento rápido y el descarte de la misma en cada persona que ha estado en contacto con la persona afectada, evitando la propagación mediante vacunas.
En caso de las personas con tuberculosis, estas deben protegerse siempre con pañuelos desechables cuando tosan o estornuden, evitando de esta manera que la enfermedad se propague por vía aérea. El lavado de manos es muy importante, así como la ventilación en los lugares donde se habita, la limpieza de toda la casa y restringiendo las visitas de personas que estén sanas. Además se debe cumplir el tratamiento, como ya mencionamos, estrictamente y evitar fumar.
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