El cáncer a los huesos comienza muchas veces en otra parte del cuerpo y luego se disemina a estos, a este tipo de propagación se le conoce con el nombre de metástasis ósea, pero también existe otro tipo de cáncer que es relativamente raro donde éste se desarrolla en el tejido de los huesos de manera desmedida. Cuando el cáncer comienza en el tejido de los huesos se llama cáncer primario y si sucede en otra parte del cuerpo y luego se propaga a los huesos, se llama cáncer secundario o metástasis.
El síntoma principal del cáncer de huesos es el dolor en estos o en alguna zona cercana, dolor que se vuelve frecuente, claro que este síntoma también puede ser señal de otros males y no precisamente de cáncer. Este dolor puede llegar a tener mucha intensidad por las noches y puede estar acompañado por la presencia de dificultad para respirar y fatiga. Además se presentan otros signos como la fragilidad del hueso, el adormecimiento o parálisis en algunas zonas, problemas urinarios, y pérdida de apetito con el consiguiente cansancio, pérdida de peso y malestar general.
Las causas de éste tipo de cáncer como de muchos otros no son muy precisas, no se sabe con exactitud la causa pero si está demostrado el papel importante que juega la genética en la mayoría de los casos. Sin embargo si están determinados muchos factores de riesgo y estos tienen que ver con la exposición a la radiación, la Enfermedad de Paget, la predisposición genética y en algunos casos el sexo masculino.
El tratamiento.
El tratamiento para la metástasis o cáncer en los huesos depende de varios factores, como el tipo de cáncer, el hueso o huesos a los que afectó, la rotura o fragilidad de los huesos, si ya se ha recibido tratamiento anteriormente, y del estado de salud en general. Paralelamente se puede tratar el dolor con algunos medicamentos, vitaminas o radiación, pero sólo el dolor y no así el cáncer.
Para el cáncer existen tratamientos como la radioterapia interna o externa, o la quimioterapia, que es la administración de medicamentos para destruir las células cancerosas, pero si el tratamiento por radiación o quimioterapia no da resultados positivos, se puede optar por una intervención quirúrgica para extraer el tumor y el tejido circundante, llegando en algunos casos extremos a amputar alguna extremidad comprometida.
Hay algunos tipos de cáncer que al propagarse tienen mayor probabilidad de devenir en cáncer a los huesos, estos son el cáncer de próstata, el cáncer de pulmón, el cáncer de tiroides, el cáncer de riñón, y el cáncer de mama en las mujeres, por esta razón si ya has obtenido un diagnóstico de algunos de estos tipos de cáncer, es necesario que te sometas a controles más profundos para descartar alguna complicación.
Finalmente, si ya se ha realizado el tratamiento, existe la posibilidad de que el cáncer pueda regresar, por lo que se debe tener visitas regulares al consultorio de su médico para determinar si hay evidencia de tal posibilidad.
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