Las terapias alternativas, entre ellas la imposición de manos, son métodos de curación de uso y origen muy antiguos, algunos documentos detallan el uso de esta terapia alternativa en el antiguo Egipto, más de 1500 años antes del inicio de nuestra era. Existen referencias respecto a esta terapia en los escritos bíblicos, básicamente a través de la figura de Jesús de Nazareth, práctica que luego se hizo más común en los distintos actos religiosos.
En epócas más recientes un médico llamado Franz Anton Mesmer sostenía que era posible hacer curaciones mediante la canalización de lo que él denominaba magnetismo animal, algo diferente a lo que se conoce hoy como magnetismo físico, según Mesmer existía una fuerza que unía los cuerpos celestes con la tierra y los cuerpos animados, y que era posible dirigir toda esa fuerza y utilizarla para curar cualquier enfermedad. Casi a finales del siglo XVIII, utilizaba imanes al rededor de sus pacientes de manera que no entraban en contacto directo sino que sólo bastaba con magnetizar los objetos para que estos, a la vez, transmitieran sus efectos curativos. Entre unos de los procedimientos más usados por Mesmer se encontraba aquel que utilizaba una cubeta magnetizada en el medio de la habitación de la que salían varias varas, los pacientes solían aferrarse a ellas y se dice que experimentaban reacciones nerviosas o entraban en histeria.
Pero, si nos referimos a tiempos más cercanos, podemos mencionar las investigaciones hechas por el doctor Bernard Grad, de la Universidad de McGill en Montreal, Canada, quien sostenía que muchos de los sanadores espirituales o psíquicos eran en realidad muy efectivos si utilizaban la energía de sus manos para hacer una curación. Al lado de su colaborador, un húngaro llamado Oscar Estebany, experimentado sanador, provocaron bocio en un grupo de ratones que utilizarían para sus experimentos, para luego separarlos en dos grupos, un primer grupo para la observación y otro que estaría sometido a los efectos de la sanación. Al cabo de cuarenta días se compararon los resultados en ambos grupos de ratones, llegando a comprobarse que los roedores tratados con sanación por Oscar Estebany había desarrollado un bocio mucho menor que los del otro grupo, Bernard Grad fue un poco más lejos haciendo que el algodón tocado por el sanador fuera utilizado para colocarlo en los ratones enfermos, obteniendo los mismos resultados. Posteriormente el experimento se llevaría a cabo con plantas y semillas, obteniendo, de manera sorprendente los mismos resultados, lo que le llevó a pensar en que el sanador y en general, las personas que tenían este don, poseían en las manos o en la mente algún tipo de efecto curativo sobre los seres vivos, alguna fuerza que definitivamente existía pero no había manera de cuantificar o explicarla.
Hoy en día se continúa realizando experimentos con el fin de determinar de manera científica la energía que todo ser vivo tendría, y que algunos serían capaces de utilizar esa energía para sanar a otros tan sólo con el simple contacto físico o con la voluntad o el deseo de curar. Aún cuando no existen estudios que expliquen con certeza que es lo que hay detrás de esta terapia, muchos médicos y en general profesionales de la salud la utilizan paralelamente a su actividad médica, para aliviar males o enfermedades, con resultados más que satisfactorios, hechos que para algunos no son más que un tipo de efecto placebo.
Según los sanadores, la imposición de manos la puede realizar cualquier persona con su fuerza de voluntad y su deseo de hacer el bien, si se intenta calmar un dolor o curar algún mal sólo se debería colocar las manos a una distancia de diez centímetros de la zona en que se desea actuar y permanecer allí una cantidad de tiempo que no exceda los diez minutos; otros mencionan que basta con colocar las manos a la altura de la cabeza, aún cuando el dolor esté afectando otra parte del cuerpo, para que la energía tenga un resultado positivo en la curación del mal, pues según dice ellos mismos, parece que dicha energía sale de nuestras manos, o nuestro organismo, y puede llegar por sí sola a cualquier lugar del cuerpo, en especial a la que requiere de tratamiento.
En Gran Bretaña mucha gente ha aprendido a desarrollar sus habilidades para la sanación con gente de la National Federation for Spiritual Healing(Federación Nacional para la Sanación Espiritual). Ellos enseñan elementos que tienen que ver con las manera de hacerlo, organizan experimentos clínicos para comprobar la efectividad de la sanación y mejorar su relación con los médicos tradicionales, y más de la tercera parte de estos últimos distribuyen una lista de sanadores registrados, a sus pacientes.
Por el contrario en Estados Unidos, no se ha difundido esta terapia alternativa de igual manera, la curación por imposición de manos sigue siendo un tema que se relega a lo extraño, sin embargo algunos físicos modernos sostienen , a partir de teorías como la de las ondas y partículas, la acción a distancia, la interacción entre el observador y la materia o sustancia, se podría tener el inicio de un puente de conexión entre una antigua costumbre popular que hoy parece que podría convertirse en una verdadera ciencia.
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