La dieta mediterránea siempre ha sido vista con buenos ojos por todo el mundo por los alimentos saludables que la componen, aceite de oliva, frutas, verduras, frutos secos y pescado, carnes rojas esporádicamente, y cantidades moderadas de queso y vino. Muchos de los expertos afirman que ésta y la dieta vegetariana son beneficiosas para ciertos aspectos de la salud, sobretodo la dieta vegetariana que, especialmente en los hombres, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Pero los estudios realizados no han podido demostrar que una dieta vegetariana genera una buena salud, sólamente que ayuda en ciertos aspectos específicos.
Y es así, la dieta vegetariana siempre se ha relacionado con un menor riesgo de padecer hipertensión, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón, y además el consumo de carne se relaciona negativamente con una vida saludable en el largo plazo, sobretodo el consumo de carnes rojas y carne procesada que parecen ser las peores al momento de aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o cáncer de algún tipo.
De todo esto se pone en el tapete, ¿Dieta mediterránea o dieta vegetariana?
De todo esto se pone en el tapete, ¿Dieta mediterránea o dieta vegetariana?
Uno de los problemas, por así decirlo, que tiene la dieta vegetariana es su déficit de proteínas de origen animal, pero muchos defensores de esta dieta sostienen que dicho déficit se puede cubrir con una buena ración de legumbres, cereales integrales y frutos secos, o inclusive en el caso de los veganos complementar la carencia de ciertas vitaminas, con algunos suplementos vitamínicos.
En realidad, no existen estudios concretos que proporcionen datos de alta calidad para definir una dieta como superior a la otra, pero sí existen datos que demuestran que tanto la dieta mediterránea como la dieta vegetariana comparten muchos aspectos similares como el beneficio de reducir el riesgo cardiovascular.
Pero dentro de la dieta vegetariana hay otros tipos de dietas, como la dieta vegana, que excluye todos los productos animales (carne, aves, pescado, huevos, lácteos, gelatina o miel). También tenemos la dieta vegetariana que incluye pescados y mariscos, o la dieta lacto-ovo-vegetariana, que incluye productos lácteos y huevo; la dieta lacto-vegetariana, que incluye productos lácteos y la dieta ovo-vegetariana, que incluye el consumo de huevos.
Con toda esta variedad de opciones, tú puedes elegir que dieta se ajusta mejor a tus necesidades, tu estilo de vida, tus costumbres y tus creencias personales. Pero es muy importante tomar en cuenta las necesidades nutricionales, pues las dietas vegetarianas que incluyen sólo frutas y verduras crudas pueden llevar a deficiencias nutricionales. La falta de carne o lácteos puede generar un cuadro de falta de proteínas, calcio y vitamina B12, pero también puedes obtener proteínas de fuentes vegetales como los guisantes, habas, lentejas, garbanzos, semillas, frutos secos, productos de soya y granos enteros como el trigo, avena, cebada y arroz integral, además se puede obtener calcio de vegetales como el pak choy, brócoli, col china y otro tipo de coles; y además el déficit de vitamina B12 se puede cubrir con el consumo de soya, arroz, germen de trigo y productos enriquecidos con esta vitamina.
Un punto importante a recordar es que aún si se lleva una dieta vegetariana, hay que cuidar el exceso de calorías. Seas vegetariano o adoptes una dieta de tipo mediterránea, siempre debes consultar a tu médico cuáles son tus requerimientos personales.
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