El hígado graso suele ser una condición que puede estar presente en el hombre desde muy pequeño o se puede desarrollar en algún momento de su vida, la mala alimentación, sobretodo si es rica en grasas, contribuyen al desarrollo de este mal. El hígado graso no suele presentar síntomas, en un principio, pero lo peligroso es que si se va desarrollando y no se toman precauciones o no se toman medidas para detenerlo en caso que de ya se haya diagnosticado, se puede llegar a sufrir de diabetes tipo II o peor aún, se puede padecer de cirrosis y en este caso sí la vida de la persona se pone en riesgo.
El hígado graso también se conoce como esteatosis hepática y es una enfermedad que tiene que ver con la acumulación de ácidos grasos (Grasa mala en general) y triglicéridos (Exceso de carbohidratos, azúcar y harinas en geenral) en el hígado, esto ocasiona con el tiempo una inflamación que hace que cicatricen los tejidos del hígado (fibrosis), endureciendo el órgano y generando problemas en su funcionamiento, lo que a la larga puede producir cirrosis e insuficiencia hepática, cuya única solución sería un trasplante de hígado.
El hígado graso está relacionado con la elevada ingesta de grasas, que se encuentran en cantidad excesiva en las frituras y otros productos con elevados niveles de colesterol, con la ingesta desmedida de azúcar y harinas, y con la dificultad que tienen algunos organismos para procesar la grasa y convertirla en energía.
Como mencionamos los síntomas no suelen ser notorios por lo que si necesitas saber sobre tu condición respecto a este problema debes acudir a un médico especialista para que pueda realizar el análisis de sangre respectivo, o pueda indagar mediante una ecografía o una biopsia, sólo así tendrás la certeza de tu estado de salud.
Las Recomendaciones.
Como para todo problema de salud la dieta es muy importante, además del ejercicio físico, hoy en día ya no es un secreto lo beneficioso de una alimentación baja en grasas saturadas y lo bueno de una dieta rica en grasas insaturadas como las que se encuentran en el aceite de oliva, la palta, la carne de pescado, acewitunas y nueces, entre otros. Debes incidir en el consumo de frutas de todo tipo, y también debes dejar los carbohidratos simples como galletas, harinas refinadas, dulces, repostería, etc y cambiarlos por carbohidratos complejos como la avena, el camote, la kiwicha, la quínua y mucha ensalada de vegetales frescos. Y creo que está por demás mencionar que debes evitar consumir alcohol y tabaco.
Especialistas han demostrado que el hígado graso puede traer como consecuencia un cuadro de diabetes, por lo que recomiendan controlar el peso corporal con una dieta adecuada y el ejercicio físico continuo.
Además de la alimentación adecuada para el hígado graso, se puede complementar con algunos productos que protegen las células del hígado y además ayudan a regenerar el tejido, como los hepatoprotectores. Una vida sana es el resultado de un estilo de vida que tome en cuenta la dieta balanceada, sin escesos, evitando sustancias nocivas, ejercitándose adecuadamente y tratando de bajar los niveles de estrés.
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